GUIA DE CUIDADO PARA EL FAMILIAR A CARGO DEL PACIENTE
 

Atención al Adulto Mayor y Pacientes sin Autonomia (Higiene general)

De forma general, a la hora de realizar el aseo al paciente se seguirán las siguientes normas:

  • Se realizará preferiblemente entre dos personas.
  • Se hará tantas veces como sea necesario y, al menos, una vez al día.
  • Se explicará a la persona lo que se le va a hacer, con el fin de crear un ambiente íntimo y respetuoso. Si hay familiares se les invitará a salir, y si existen más pacientes, se aislará con un biombo.
  • Se pedirá colaboración al paciente para fomentar su autoestima e independencia.
  • Se mantendrá la temperatura del ambiente entre 22 y 24ºC y la del agua a 37ºC.
  • Se cerrarán puertas y ventanas para evitar corrientes de aire.
  • Se utilizarán jabones no irritantes, guantes esterilizados y todo material higiénico que sea necesario.
  • Se aprovechará el momento del aseo para masajear la piel y así favorecer la circulación sanguínea.
  • Se seguirá un orden de lavado de cada una de las partes del cuerpo.
  • Se prestará especial cuidado a las vías y sondajes si el paciente los tuviera.

Vigilancia de lesiones de la piel

Las ulceras pueden ser causa de dolor, infecciones y aumento de la inmovilidad. Suelen prolongar las estancias hospitalarias y en muchos casos conducir a la muerte. Se pueden conocer también con el nombre de llagas, escaras y heridas de carne.

La inmovilidad es el principal factor de riesgo y cualquier patología que la provoque puede predisponer a la aparición de las mismas por presión (trombosis, fracturas, demencias avanzadas…)

Existen otros factores de riesgo como las deficiencias en el estado nutricional, las alteraciones circulatorias, la disminución del nivel de conciencia, la incontinencia de esfínteres, la edad…

Las principales causas por las que suelen aparecer ulceras son:

  • Presión: suele ser la más importante. La oclusión de los vasos sanguíneos y linfáticos produce la disminución del riego sanguíneo y finalmente la muerte de los tejidos. Presiones leves durante mucho tiempo son más dañinas que presiones fuertes en periodos cortos.
  • Fricción: la fricción repetida sobre prominencias óseas puede producir desgarros.
  • Cizallamiento: se produce cuando se deslizan dos superficies adyacentes con el consiguiente estiramiento y angulación de los vasos sanguíneos, favoreciendo la isquemia (estrés celular).
  • Humedad: incrementa el grado de fricción entre las superficies y produce maceración de la piel. La causa más importante de humedad suele ser incontinencia, secado incorrecto tras el aseo, etc…


Aseo en la ducha o en la bañera

Nos aprovisionaremos del equipo necesario (jabón liquido no irritante, manopla, peine, cepillo dental, colonia, toalla, ropa limpia… que fortalezcan su dignidad y motivación), lo prepararemos y siempre comenzaremos explicando al paciente la necesidad de la higiene y lavándonos nosotros las manos. 

Nos aseguraremos de que tanto el baño como la ducha estén provistos de alfombrillas antideslizantes cumpliendo con la norma internacional para la seguridad del paciente, personal o cuidadores, y ayudaremos al paciente a aquellas tareas que no pueda realizar solo, como desvestirse, vestirse o enjabonarse y lavarse ciertas partes del cuerpo. 

Observaremos el estado de su piel y una vez finalizado el baño (que durará entre 10 y 12 minutos) ayudaremos al paciente a secarse y vestirse.

En caso de paciente encamado

Debemos ofrecerle la cuña antes de empezar la sesión de baño, y posteriormente desvestirlo con cuidado e ir cubriendo con la sabana aquellas partes del cuerpo que no estén siendo lavadas (solo dejaremos al aire la zona que estemos lavando). 

Cambiaremos el agua que estemos utilizando tantas veces como sea necesario y una de las personas se encargará de enjabonar y aclarar y la otra de ir secando. En primer lugar realizaremos el afeitado, después lavaremos cara, pelo, cuello y hombros, e iremos bajando (extremidades superiores, tórax (pecho), abdomen, miembros inferiores). Posteriormente colocaremos al paciente sobre su lado para lavar la espalda desde la nuca a los glúteos y parte posterior de las piernas. 

Por último se le volverá a colocar boca arriba para lavar la zona genital. Una vez acabado realizaremos los mismos rituales de vestir al paciente, recoger y ordenar todo, con el cuidado de que si nos encontramos con un paciente que tenga perfusión intravenosa (gotero), primero se introduce el bote de suero y el brazo correspondiente, y después el otro brazo.

Medidas preventivas

  1. En pacientes encamados es recomendable hacer cambios posturales cada 2-3 horas siguiendo una rotación determinada, y en pacientes sentados cada 1 o 2.


  1. Al hacerlos debemos evitar arrastrar al sujeto sobre la cama y simplemente levantarlo separándolo de la superficie de apoyo. Se intentará mantener el cuerpo alineado distribuyendo de manera uniforme el peso.


  1. Es aconsejable utilizar superficies de alivio de presión, las cuales pueden ser estáticas o dinámicas. Las segundas utilizan unas celdillas de aire que se inflan y se desinflan alternativamente cada 5 minutos, con esto se consigue una presión alternante. En ningún caso sustituirán a los cambios posturales.


  1. Debemos examinar el estado de la piel a diario y mantenerla en todo momento limpia y seca. Utilizaremos un jabón neutro y la secaremos sin fricción. No la rociaremos con ningún tipo de alcohol y aplicaremos crema hidratante.


  1. La ropa de cama deberá estar limpia, con las sabanas estiradas y sin arrugas y no se masajeará la zona de piel sobre prominencias óseas.


  1. Las medidas curativas tienden a la curación espontánea, por tanto el principal objetivo será únicamente proporcionar las mejores condiciones posibles para favorecer el proceso fisiológico de curación.





Cuidados de la boca

Son fundamentales, ya que la cavidad bucal es un lugar donde habitan una gran cantidad de bacterias y microorganismos.

La higiene bucal se debe realizar cada vez que el paciente haga una comida. Si está inconsciente, cuando se realice la higiene corporal.

Si el mismo paciente es autónomo para llevarla a cabo debemos asegurarnos que la realice deforma vertical desde la encía hasta la corona y se limpie tanto la cara externa, como la interna y la parte superior e inferior de los dientes y muelas, así como la superficie de la lengua.

En caso de encontrarnos a un paciente con prótesis dental la retiramos con cuidado, la cepillamos de la forma que hemos explicado anteriormente, la aclaramos, enjuagamos la boca del paciente y la volvemos a colocar (o la dejamos en un vaso de agua junto a la cama).

Cuidados del cabello

Para lavar el cabello de un paciente encamado colocaremos la cama en posición horizontal y situaremos al sujeto en la orilla de la cama sin almohada y con un hule de plástico alrededor de su cuello sujetándolo, el cual acabará en una palangana creando un canal por donde se irá el agua. Taparemos sus oídos con algodón para evitar que entre agua y jabón en ellos y lavaremos, masajearemos y secaremos el cuero cabelludo del paciente.

Procedimientos de colocación de la cuña y la botella

Procedimiento que permite la micción y la defecación en la propia cama de aquellos pacientes con movilidad reducida.

La cuña es un orinal plano que sirve para la defecación tanto de hombre como de mujer, y para la micción de la mujer. La botella se usa para la micción del hombre.

En el caso de la cuña, pediremos al paciente que apoye los talones en la cama y levante las caderas (en caso de un paciente sin movilidad entre dos personas se le ayudará a realizar este movimiento), en este momento, introduciremos la cuña con el mango hacia los pies y la parte plana debajo del cóccix.

En el caso de la botella, si el paciente puede de manera autónoma se la colocará el mismo, si no, el/la auxiliar introducirá el pene en ella.

Una vez acabamos ambos procesos se retirarán los objetos utilizados, se vaciarán en el retrete y se limpiarán.





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